De la familia de los páridos, es un ave abundante, de tamaño pequeño, ligeramente menor que el gorrión. Presenta un llamativo color amarillo en las partes inferiores partido por una franja negra que, proviniendo del babero negro, se extiende hasta el centro del cuerpo, mejillas triangulares blancas, cabeza negra y dorso pardo verdusco. La hembra y el macho son prácticamente iguales haciendo falta cierta experiencia en su observación para poder distinguirlos.
Para comer no dudan en adoptar posturas acrobáticas. |
Lo podemos encontrar en cualquier lugar de nuestro término siempre asociado a árboles o arbustos grandes. Durante la primavera y el verano su alimentación consiste en pequeños insectos, arañas, lombrices, larvas, etc., siendo de pequeños frutos silvestres y semillas durante el otoño y el invierno. Es un ave sedentaria con lo cual la podemos ver durante todo el año.
Suelen moverse en grupos en los que no es raro encontrar otros páridos. Para observar este tipo de pájaros será imprescindible el uso de pequeños prismáticos, ya que el tamaño, la movilidad y desconfianza que presentan no permitirán que nos acerquemos lo suficiente como para apreciar detalles a simple vista.
Todas las fotografías están hechas en Ateca
Fotos y texto: Francisco J. Pérez
Impresionantes fotografías: son de una gran belleza y calidad. Enhorabuena.
ResponderEliminarFernando.