NOMBRE CIENTÍFICO: Hypericum perforatum L.
NOMBRE COMÚN: Hipérico. Hierba sanjuanera.
Hierba de San Juan.
Descripción: Planta perenne de la familia de
las Clusiáceas o Gutíferas que puede alcanzar los 90 cm. de altura. El tallo
principal es redondo con dos filetes longitudinales opuestos. Las hojas son opuestas,
sin rabillo, ovaladas y con numerosos puntos translúcidos que son bolsas
secretoras. Las flores, amarillas, forman un ramo en lo alto de las ramas y
tienen puntitos negros en los bordes.
Habita en herbazales nitrófilos
instalados en cunetas, eriales, taludes y bordes de vías de comunicación,
bordes de acequias de Europa, Siberia, Asia Central y Menor, Próximo Oriente y
N. de África. En toda la península. Es planta autóctona.
Florece de Abril a Octubre.
Usos y virtudes: Conocido desde muy antiguo se le
han atribuido numerosas virtudes. Se han comprobado sus acciones analgésicas,
digestivas, diuréticas, sedantes, expectorantes, antiespasmódicas, colagogas,
astringentes, vulnerarias, estimulantes, antisépticas y vermífugas.
Por su acción vulneraria se utiliza para curar heridas
externas preparándose un aceite con las flores y aceite de oliva.
Como digestivo se toma la cocción de las flores fría y sin
azúcar; sirve para combatir el ardor de estómago y los regüeldos desagradables,
tomándola antes de las comidas. También como digestivo se puede hacer un
aguardiente con las flores y un limón para tomar una copita después de comer.
La infusión se toma dos veces al día contra los desórdenes
menstruales, gástricos e intestinales.
Como cataplasma se usa sobre heridas y contusiones,
especialmente las de curación lenta.
Se utiliza para aliviar problemas de depresión leve o
moderada, si bien no está recomendado para pacientes con depresión crónica.
También se ha comprobado su acción fotosensibilizante, es
decir, que hace sensible un tejido a la luz, por lo cual puede provocar úlceras
y otras alteraciones. Este es un mecanismo de defensa contra los herbívoros que
si la ingieren padecerán problemas de fotosensibilización (hipericismo) con la
incidencia de la luz del sol produciéndoles enrojecimiento de la piel,
quemaduras y úlceras, con destrucción de la retina, en los casos más graves, lo
que deja ciego al animal afectado.
Supersticiones: Las hojas aparecen repletas de
pequeñas glándulas translucidas que hacen aparecer a las hojas como atravesadas
por agujeritos; esta propiedad ha sido explotada por los adivinos desde antiguo
y con los agujeros dicen si las cosechas serán buenas o malas, si las epidemias
avanzarán, se estancarán o retrocederán, la victoria o derrota de los
ejércitos, etc.
En la Edad Media,
fue la terrible planta conocida como “Fuga
daemonum”, la hierba que ponía en fuga a los demonios (se utilizó puesta
sobre los endemoniados en ritos de exorcismo) y obligaba a las brujas a
confesar su pacto maléfico. A tal efecto se metían varias hojas de esta planta
en la boca de las hechiceras sometidas a interrogatorio y normalmente tardaban
poco en confesar.
J. Martín