viernes, 31 de marzo de 2023

La gastronomía en la Semana Santa Atecana

Según la tradición cristiana católica, en época de Cuaresma y Semana Santa, la práctica del ayuno y la abstinencia es tan antigua como la propia Iglesia. El miércoles de Ceniza, los viernes de Cuaresma y el Viernes Santo, han tenido un marcado carácter restrictivo, de penitencia, ayuno y de abstinencia. 

Fernando Juberias 2012
El ayuno consiste en hacer solo una comida al día y la abstinencia consiste en no comer carne, por lo que la gastronomía en esta época del año, aunque cada vez menos, es algo diferente de lo habitual.

Los preparativos de los múltiples platos y bebidas que se consumirán en estos días están presentes en todas las cocinas. La gastronomía de esta época se ha basado en salazones de pescado y potajes de verduras y legumbres, todos ellos carentes de proteínas cárnicas.

En Ateca, son típicos algunos platos que se vienen realizando desde tiempos ancestrales, algunos de ellos, por su proceso, deben de comenzarse a elaborar con días de antelación.

Carmen Bosch 2014
Antiguamente, aprovechando que el pueblo contaba con varios hornos de pan, algunos días antes de la Semana Santa se iba a hornear las magdalenas y tortas, que luego serían consumidas en las casas durante la Semana Santa. ¿Quién no recuerda haber acompañado a su abuela o a su madre al horno?  

La típica “limonada”, es una especie de sangría que no falta en ninguna vivienda. Desde tiempos remotos es costumbre ir de casa en casa probando la apreciada bebida, acompañada de repostería tradicional típica de estas fiestas. En cada hogar, tienen una particular manera de prepararla. Hace años también la servían en los bares del pueblo, últimamente esta tradición ha vuelto y se vuelve a dar en los bares el consumo de limonada.

Ingredientes de la limonada: vino tinto, azúcar, canela y limón.

Las “torrijas”, son otro de los dulces tradicionales que tampoco pueden faltar. 

Ingredientes de las torrijas: rebanadas de pan duro a remojo en leche, rebozadas y fritas en abundante aceite y espolvoreadas con azúcar y canela o miel.

Los “buñuelos de viento”, son muy fáciles de hacer y muy ricos al paladar, la masa exterior queda muy crujiente y en su interior tierna y repleta de aire, de ahí su nombre. 

Ingredientes de los buñuelos de viento: harina de trigo, leche, mantequilla, huevos, levadura, pizca de sal, azúcar, canela o azúcar glas para decorar y abundante aceite para freír.

En cuanto a los platos salados y sustitutos de los platos de carne, los salazones son los más utilizados, en la antigüedad los pueblos de interior que no tenían acceso a pescados frescos, usaban esta técnica que favorecía la conservación del pescado, el transporte y la comercialización.  

 El “bacalao”, es uno de los ingredientes más utilizados en Cuaresma. Fresco o en salazón, se realizan nutritivos y apetitosos platos, guisado con garbanzos y espinacas, albóndigas o los riquísimos buñuelos.

Ingredientes de los buñuelos de bacalao: bacalao desmigado y puesto a remojo días antes, perejil, huevos, harina, agua, sal, nuez moscada, unas hebras de azafrán, cucharita de levadura y aceite.

Los “garbanzos con congrio”, son uno de los platos estrella y más tradicionales de la zona en esta época del año. 

Ingredientes de los garbanzos con congrio: garbanzos, ajos, huevo duro, piñones, majada de pan duro frito, laurel, perejil, agua y aceite.

Antaño, en el ayuno de Viernes Santo, los fieles que hacían una sola comida tomaban en la cena “migas”, sin elementos cárnicos.

Otros muchos platos como las “virutas de San José”, los “pestiños”, las “rosquillas”, las “flores de Pascua” y los “mantecados” son también muy apreciados en esta festividad.

Texto de Mariola Francia. 

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