viernes, 26 de diciembre de 2014

Flora silvestre de Ateca.


NOMBRE CIENTÍFICO: Hypericum perforatum L.
NOMBRE COMÚN: Hipérico. Hierba sanjuanera. Hierba de San Juan.





Descripción: Planta perenne de la familia de las Clusiáceas o Gutíferas que puede alcanzar los 90 cm. de altura. El tallo principal es redondo con dos filetes longitudinales opuestos. Las hojas son opuestas, sin rabillo, ovaladas y con numerosos puntos translúcidos que son bolsas secretoras. Las flores, amarillas, forman un ramo en lo alto de las ramas y tienen puntitos negros en los bordes.

Habita en herbazales nitrófilos instalados en cunetas, eriales, taludes y bordes de vías de comunicación, bordes de acequias de Europa, Siberia, Asia Central y Menor, Próximo Oriente y N. de África. En toda la península. Es planta autóctona.

Florece de Abril a Octubre.

Usos y virtudes: Conocido desde muy antiguo se le han atribuido numerosas virtudes. Se han comprobado sus acciones analgésicas, digestivas, diuréticas, sedantes, expectorantes, antiespasmódicas, colagogas, astringentes, vulnerarias, estimulantes, antisépticas y vermífugas.

Por su acción vulneraria se utiliza para curar heridas externas preparándose un aceite con las flores y aceite de oliva.

Como digestivo se toma la cocción de las flores fría y sin azúcar; sirve para combatir el ardor de estómago y los regüeldos desagradables, tomándola antes de las comidas. También como digestivo se puede hacer un aguardiente con las flores y un limón para tomar una copita después de comer.

La infusión se toma dos veces al día contra los desórdenes menstruales, gástricos e intestinales.

Como cataplasma se usa sobre heridas y contusiones, especialmente las de curación lenta.

Se utiliza para aliviar problemas de depresión leve o moderada, si bien no está recomendado para pacientes con depresión crónica.

También se ha comprobado su acción fotosensibilizante, es decir, que hace sensible un tejido a la luz, por lo cual puede provocar úlceras y otras alteraciones. Este es un mecanismo de defensa contra los herbívoros que si la ingieren padecerán problemas de fotosensibilización (hipericismo) con la incidencia de la luz del sol produciéndoles enrojecimiento de la piel, quemaduras y úlceras, con destrucción de la retina, en los casos más graves, lo que deja ciego al animal afectado.

Supersticiones: Las hojas aparecen repletas de pequeñas glándulas translucidas que hacen aparecer a las hojas como atravesadas por agujeritos; esta propiedad ha sido explotada por los adivinos desde antiguo y con los agujeros dicen si las cosechas serán buenas o malas, si las epidemias avanzarán, se estancarán o retrocederán, la victoria o derrota de los ejércitos, etc.

En la Edad Media, fue la terrible planta conocida como “Fuga daemonum”, la hierba que ponía en fuga a los demonios (se utilizó puesta sobre los endemoniados en ritos de exorcismo) y obligaba a las brujas a confesar su pacto maléfico. A tal efecto se metían varias hojas de esta planta en la boca de las hechiceras sometidas a interrogatorio y normalmente tardaban poco en confesar.

J. Martín

 

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